La huelga de un colectivo debe ser el último recurso para reivindicar un derecho, después de haber agotado todos los caminos, incluso los jurídicos, para conseguirlo. Por lógica, debería ser indefinida, puesto que se reclama un bien al que no se puede renunciar y solo debe cesar esta medida de presión con el reconocimiento del derecho perdido. No tiene sentido convocar una huelga en señal de protesta y acudir al trabajo al día siguiente persistiendo las condiciones que la motivaron. Para expresar el descontento existen otros cauces menos traumáticos que la suspensión del trabajo.
Los profesores de la enseñanza pública, cuando aprueban la oposición, adquieren un compromiso laboral con la Administración mediante el cual acuerdan desarrollar un trabajo sujeto a una jornada y unido a un salario marcados por las leyes en vigor. Además se acogen a los derechos y deberes emanados de la función pública.
Ahora hay Comunidades que proponen a los profesores de Secundaria que den 20 horas lectivas semanales en lugar de las 18 que venían impartiendo. El salario se mantiene igual que antes y está dentro de lo marcado en los presupuestos de cada Comunidad. Para este colectivo lo que está establecido por ley es que deben permanecer en el centro 30 horas semanales y otras 7 horas y media son de libre disposición. Entre las horas de permanencia en el centro tendrán, como mínimo, 18 horas lectivas semanales, pudiendo llegar a 21 excepcionalmente. Según esto, en cuanto a jornada laboral y a salario se propone algo que está dentro de lo pactado entre la Administración y el trabajador funcionario. No hay incumplimiento de contrato y, por tanto, no existe justificación lógica para hacer una huelga ni para las movilizaciones. Esto lo saben los sindicatos.
Argumentar que se ponen en huelga porque se atenta contra la calidad de la enseñanza, (¿por dar dos horas más de clase a la semana?) no es admisible. Dando la vuelta al argumento, no está garantizado que impartiendo quince horas lectivas en lugar de dieciocho, se enriquece la calidad educativa. ¿Cuál sería el número de horas lectivas idóneo? Si de verdad fuese ese el motivo, han tenido sobradas ocasiones para mostrar su disconformidad durante la vigencia de la LOGSE y con la aprobación de la última ley de educación, la LOE. Con esas leyes sí se ha demostrado que la calidad en educación ha bajado notablemente. Esa reivindicación la tienen que hacer los padres, es decir, la sociedad, y los profesores dar su opinión profesional, pero no hacer una huelga porque ellos solo son trabajadores con unas leyes y normas que marcan los políticos y será la sociedad la que les pida explicaciones a esos políticos en las urnas.
Sobre los interinos que se dejan de contratar, es cada Comunidad la que decide a cuántos trabajadores debe emplear y lo hará en función del presupuesto disponible. Si con los profesores que tiene puede cubrir las horas lectivas necesarias, no hará falta contratar a nadie más. El dinero es de los contribuyentes y hay que administrarlo bien. El aumento del paro entre este colectivo, no es achacable a una inversión razonable de los fondos públicos. Igualmente esta reducción de interinos en los centros, si afectase a la calidad educativa, es la sociedad la que debe exigírsela a los políticos, no los profesores, porque ellos son asalariados y podrán dar su opinión, pero como no les afecta a su contrato laboral ni a su salario, no tienen motivo para ponerse en huelga y mucho menos por una falsa solidaridad.
Lo demás, son ganas de hacer política desde la escuela.
Joaquín Moreno Cejuela
