Me permito apuntar 11 cuestiones imprescindibles para mejorar la educación en España y que, por tanto, requieren de pronunciamientos claros, de compromisos, de convicciones y de decisiones políticas y sociales. Las cuestiones que considero primordiales son: LIBERTAD – CALIDAD EDUCATIVA – MULTICULTURALISMO. INMIGRACIÓN – EDUCACIÓN EN VALORES – CONVIVENCIA ESCOLAR – SOCIEDAD LIBRE&LAICA – EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA – BILINGÜISMO – EDUCACIÓN DIFERENCIADA – DIGNIFICACIÓN DOCENTE – VERTEBRACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO
1.- LA LIBERTAD
La educación es el proceso de pleno desarrollo de la persona humana. Y no hay persona sin el don de la libertad.
Donde no hay libertad, donde no se respeta la libertad de la persona que se educa, no hay educación, hay adoctrinamiento o amaestramiento. Y, cuando se adoctrina o amaestra a una persona se ofende radicalmente su dignidad.
Sólo con libertad es posible una verdadera educación: libertad para crear y dirigir centros de enseñanza, libertad para elegir, libertad para educar, libertad para educarse, libertad de educar. Sólo desde la libertad es posible educar para la libertad. Y sólo así es posible una educación de alta calidad. De ahí la conveniencia de que existan diversos tipos de educación, diversos modelos educativos. Y nadie tiene derecho a imponer a todos uno de ellos en concreto.
El pluralismo educativo implica el reconocimiento de la complementariedad de los centros públicos y privados concertados. Entender esto es garantizar el derecho constitucional a la Libertad de Enseñanza y a la libre elección de centro educativo.
La Libertad de Enseñanza comenzará a estar plenamente garantizada en España, cuando todos los sectores implicados en la tarea educativa nos demos la mano solidarios los unos con los derechos de los otros.
2.- LA CALIDAD
Satisfechas en España, en términos generales, las necesidades educativas cuantitativas, cada es más amplia y exigente la demanda social de atención a las necesidades cualitativas, la aspiración a una mejor calidad educativa.
Dar calidad significa orientar las estrategias, las políticas, las acciones y los recursos hacia la satisfacción de todos los sectores que concurren en la tarea educativa: padres, docentes, no docentes, titulares y alumnos.
Dar calidad supone un replanteamiento permanente para generar nuevos valores a los existentes, supone complementos efectivos de integración, formación y participación real de todos los estamentos de la comunidad educativa.
Entre los factores que determinan la calidad de la educación, me permito citar:
La organización del sistema educativo
– garantizando una auténtica igualdad de oportunidades, sobre todo para los alumnos con mayores dificultades de orden familiar, social o personal;
– la opción de un currículo que no signifique homogeneizar ni establecer modelos reduccionistas en los aprendizajes;
– sistemas de orientación y evaluación que sean acordes con la calidad educativa;
– esquemas de apoyo y recuperación para los alumnos que presentan necesidades de atención educativa especial.
Compromiso de las familias
– para aprovechar las ocasiones de participación.
El refuerzo de la función educativa de los equipos de profesores
– porque la crisis de valores sociales se ha proyectado en la escuela de manera inmediata y la autoridad tradicional de la que venía gozando el profesorado se ve cada vez más cuestionada, tanto por las familias como por el alumnado;
– hay que recuperar el papel educador del profesorado: su actualización permanente, sus perspectivas, su motivación y su dignificación.
La formación del profesorado
– mediante la actualización científica y didáctica, el conocimiento de estrategias de intervención en el centro y en el aula, para trabajar los problemas de convivencia; la promoción de espacios de reflexión y debate sobre la práctica docente, bajo parámetros de calidad contratados.
La organización y contenidos del currículo
– siendo positivo el proceso de descentralización emprendido en materia educativa, entre todos debemos evitar su desvertebración, garantizando la unidad del sistema y la solidaridad entre territorios autónomos;
– hay que garantizar un tronco formativo común a todos los alumnos con independencia de la Comunidad Autónoma en la que residan;
– hay que reforzar la enseñanza de las materias fundamentales como Lengua española, Literatura o Matemáticas.
La evaluación
– hay que fundamentar las decisiones de mejora de los centros en una evaluación rigurosa y eficaz, externa e interna. La sociedad debe saber cómo se gestionan los recursos con los que se dota a la institución escolar y los propios componentes de la comunidad educativa deben conocer hacia donde deben orientar sus actuaciones de cara a la mejora continua.
La organización de los centros
– los aspectos organizativos, tanto de los centros públicos, como de los de iniciativa social, dependen del mantenimiento de un elevado nivel de autonomía organizativa, pedagógica y de gestión;
– algo muy importante es el cuidado que debe tenerse en la creación de un ambiente escolar generador de aprendizajes e impulsor del desarrollo de capacidades.
La función directiva
– no es fácil contar con personas que accedan a esta función, pero lo que sí es claro es que hay que mantener y potenciar su procedencia docente, su formación en la práctica directiva y su incentivación económica y profesional.
La financiación
– la mejora de la calidad comporta unas necesidades financieras, un compromiso por una suficiente inversión de recursos en nuestro sistema educativo, que ayude a solucionar los problemas existentes y permita poner en marcha las reformas necesarias;
– en el caso de los centros privados concertados es urgente dar a conocer los trabajos que se están realizando en la comisión que se ha constituido en diciembre de 2010 para el estudio de la cuantía de los módulos del concierto que valore el coste real de la impartición de las enseñanzas en condiciones de gratuidad.
3.- EL MULTICULTURALISMO. LA INMIGRACIÓN
La inmigración constituye una riqueza si se produce el mestizaje y el pluralismo y si los inmigrantes respetan los principios y las normas de la sociedad de acogida. Estamos obligados a defender la integración de los inmigrantes, no su segregación y exclusión del disfrute de los derechos de la ciudadanía.
Transformar la diversidad en valor es una forma de promover otro valor, tal vez la clave de las respuestas actuales: “el valor del pluralismo”. El pluralismo no es otra cosa que el respeto, la promoción de la diversidad y el reconocimiento de los valores universales que comparten los pueblos y las culturas como patrimonio común de la humanidad.
Por otra parte, es un hecho constatable que los centros de iniciativa social tienen una especial sensibilidad hacia los alumnos pertenecientes a minorías étnicas, culturales o de ámbitos de marginalidad social. Pero para que esta integración sea real y efectiva, hay que exigir a las Administraciones educativas una adecuada dotación de recursos humanos y materiales.
4.- LA EDUCACIÓN EN VALORES
Frente a la desesperanza, el absurdo y la violencia; frente a la vida fácil, acomodaticia y confortable y frente a la búsqueda del placer, se hace necesario que hombres y mujeres, que profesoras y profesores vivamos y defendamos la justicia, la solidaridad y la paz como integradores de un conjunto de valores humanos, Debemos promover esos valores con generosidad y honestidad, porque este compromiso en estos valores puede abrir un valioso espacio al diálogo y a la colaboración pluralista en nuestras escuelas.
Los maestros, sin fundamentalismos ni mesianismos, hemos de ser capaces de proponer proyectos de vida coherentes, capaces de dar sentido a la vida y de formar a personas pasando de la moral de las buenas intenciones (aplicada en muchos casos) a la moral de los buenos resultados.
No debemos desfallecer en decir a los padres que es en la familia donde se encuentran las raíces de los comportamientos, criterios y valores, porque es en la familia – como espacio vital – donde se echan los cimientos para la activación de la conciencia y de los sentimientos.
5.- LA MEJORA DE LA CONVIVENCIA ESCOLAR
Alcanzar un buen clima de convivencia en los centros educativos es un requisito indispensable para la mejora de la educación, para impulsar la formación integral de los alumnos y para favorecer su transición a la formación superior y a la vida laboral.
La escuela no es portadora de fórmulas mágicas capaces de transformar a los individuos en pacifistas, solidarios, no sexistas, honrados, no homófobos, justos y respetuosos hacia los otros y portadores de buenas maneras, porque mientras en la sociedad y en los medios de comunicación, se repiten y jalean contravalores se lo ponen bastante difícil a los educadores.
Las soluciones pasan por la recuperación de la función educadora del profesorado y el refuerzo de su autoridad, la implantación de programas específicos de actuación en los centros, la potenciación de la acción tutorial, el refuerzo de los Departamentos de Orientación, la incorporación a los programas de formación del profesorado y planes destinados a favorecer la convivencia en los centros educativos y en el entorno escolar.
Y frente a modelos autoritarios, permisivos, injustos e ineficaces para afrontar el problema de la violencia en la escuela, propongo la implicación de la familia, la escuela y la sociedad para prevenir situaciones conflictivas mediante actuaciones educativas.
6.- UNA SOCIEDAD LIBRE FRENTE A UNA SOCIEDAD LAICA
El derecho de las personas a ejercer su libertad es anterior a cualquier forma de Estado. El Estado aconfesional, como es el caso de España, debe garantizar que los ciudadanos puedan expresarse libremente y practicar cualquier manifestación de religiosidad de acuerdo a sus convicciones.
Al Estado le compete promulgar leyes y disposiciones que respeten los derechos fundamentales y a los ciudadanos respetarlas. Pero los poderes públicos no pueden ignorar el hecho religioso de la sociedad, ni relegar la religión de la vida pública. Las raíces, el patrimonio, la tradición y los principios morales de la mayoría de los españoles deben respetarse sin que sean suplantados por el relativismo que venera el laicismo. No es competencia del Estado decidir qué tipo de religiosidad conviene a la sociedad o qué confesiones han de practicar los ciudadanos.
Debemos defender el derecho de los padres a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral conforme a sus convicciones y debemos rechazar que el Estado imponga o propicie que se pueda impartir cualquier formación de la conciencia moral de los alumnos al margen de la libre elección de sus padres.
El pleno desarrollo de la personalidad humana, depende de los principios que informan la actividad educativa, de los fines que se pretenden y del tipo de persona que se quiere educar.
7.- LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA
En mi etapa de Consejero del Consejo Escolar del Estado voté en contra de la inclusión como obligatoria de esta área, pero una vez incluida estoy de acuerdo con que sus contenidos fomenten la participación, la solidaridad, el respeto y las normas de comportamiento ciudadano y porque los alumnos conozcan y asuman los derechos y obligaciones que se derivan de la Declaración Universal de Derechos Humanos y de la Constitución española.
El Estado:
a) no debe asumir la función de transmitir valores, porque, si así actuara estaría usurpando a los padres el derecho primario a la educación de sus hijos
b) debe mantener su carácter subsidiario en materia educativa;
c) debe tener presente que todo lo legal no es necesariamente moral y que los principios, valores y tradiciones propias deben ser elegidas en el seno de cada familia.
Es necesario que la sociedad y las Administraciones públicas hagamos cuantos esfuerzos sean necesarios parea sacar de la escuela todo aquello que pueda servir de confrontación y de discrepancia por motivos ideológicos y centremos nuestro empeño en erradicar el elevado y vergonzoso fracaso escolar y en procurar una educación de la máxima calidad basada en el respeto y en la pluralidad.
8.- EL BILINGÜISMO
La lengua castellana es la única cuyo conocimiento es un deber y un derecho para todos los españoles y no cabe negar un derecho al uso de cualquier lengua española que solemne y democráticamente se proclamó al aprobar nuestra Carta Magna. Por tanto, en las Comunidades Autónomas bilingües debe defenderse la cooficialidad del castellano y de la lengua autónoma según el ordenamiento constitucional.
El desarrollo lingüístico no puede dar lugar a homogeneizaciones contrarias al pluralismo social y, por tanto, el castellano y el resto de lenguas españolas deben ser empleadas normalmente como vehiculares y de aprendizaje en los centros de enseñanza.
9.- LA EDUCACIÓN DIFERENCIADA
El derecho a la educación, como he dicho anteriormente, es un derecho fundamental que los poderes públicos deben asegurar en condiciones de igualdad y, por tanto, el conjunto del sistema educativo debe respetar las opciones libres de las familias y tenerlas en cuenta en la planificación educativa.
Personalmente abogo por la coeducación, pero reconozco que la educación diferenciada tiene pleno derecho, legal y legítimo, a recibir subvenciones públicas, entre ellas el concierto educativo, sin ningún tipo de discriminación. La postura de algunas Comunidades Autónomas de negarse a sostener con fondos públicos a aquellos centros que mantengan una educación separada por sexos, es una medida absurda y discriminatoria que no se atiene al mandato constitucional y a las disposiciones internacionales.
10.- LA DIGNIFICACIÓN DOCENTE
Siendo el trabajo una actividad humana, se debe conseguir la dignificación y el reconocimiento social de los docentes y no docentes.
Sin embargo, tradicionalmente las Leyes Orgánicas que han contemplado medidas de apoyo al profesorado (LODE, LOGSE y LOPEG) dejaron olvidados a los `profesionales de la enseñanza de iniciativa social. La LOCE, aunque no se llegó a aplicar, siguió la misma línea y la LOE, lejos de convertirse en el cambio necesario que esperaba todo el profesorado de privada, se ha convertido en la ratificación total de la discriminación de la que sigue siendo objeto este colectivo,
Es indudable el esfuerzo realizado por las Consejerías de Educación de algunas Comunidades Autónomas, tendentes a la mejora de la calidad de la enseñanza de cara a los objetivos europeos y a la reducción del elevado fracaso escolar. Pero no de la mayoría.
Hay extremos en los que hay que actuar con urgencia:
- La modificación del Reglamento de Normas Básicas de Conciertos para su adaptación a la LOE.
- La financiación de la Educación Infantil (0-3 años) mediante el sistema de convenios, para no romper el principio de igualdad de oportunidades en relación con la Libertad de Enseñanza.
- El acceso al régimen de conciertos del Bachillerato y de los Ciclos Formativos de Grado Superior de la Formación Profesional. No hay ninguna norma ni disposición que establezca que estos niveles educativos tienen que ser gratuitos sólo en la escuela pública. En una sociedad plural, justa y democrática no se puede privar a los padres del derecho a elegir el centro y el tipo de educación que quieren para sus hijos. No existe libertad si no hay igualdad de oportunidades y, la igualdad de oportunidades, nace de la supresión de las diferencias y de dotar a todos de los mismos medios para que así, libremente, puedan elegir. La gratuidad, debe extenderse a la enseñanza postobligatoria para que los alumnos sin recursos suficientes puedan elegir el tipo de centro y el proyecto educativo más afín.
- La homologación salarial y social del profesorado de la enseñanza privada concertada con sus homólogos de la enseñanza pública. A trabajo igual, salario y condiciones laborales iguales.
- El equipo de los equipos educativos, hasta igualarlos con los e los centros públicos, para posibilitar la reducción de la elevada carga lectiva del profesorado.
- El incremento de la partida de otros gastos para recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años y su repercusión en el personal lo docente.
Mientras el Ministerio de Educación y las Administraciones educativas no contemplen en sus presupuestos las cantidades necesarias para ello, será imposible que los profesionales de la enseñanza privada concertada tengan unas condiciones laborales iguales a las que la propia Administración considera necesarias para sus funcionarios. Los profesores de la enseñanza de iniciativa social seguirán obligados a tener una jornada lectiva muy superior, retribuciones inferiores, discriminaciones salariales incomprensibles en Secundaria, falta de incentivos a la jubilación, etc. etc. Seguirán prestando un servicio de interés público a la sociedad y al Estado a precio de saldo.
Pero no es menos cierto que también deben implicarse en la dignificación del profesorado y del personal de administración y servicios, las organizaciones empresariales y de titulares, únicos responsables de las diferencias retributivas existentes entre los niveles no concertados y de los concertados y de los bajos salarios del personal no docente. Deben ser más sensibles a las justas reivindicaciones de sus trabajadores y apostar decididamente por su mejora y dignificación.
Cuando los profesionales de la enseñanza (docentes y no docentes) no perciben con claridad las respuestas que se merecen, aparece el fantasma del “malestar” del que lamentablemente hay muestras fehacientes en nuestro sector.
A pesar de la grave crisis económica por la que atraviesa nuestro país, la educación no puede entrar en recesión y los sueldos de sus profesionales no pueden ser recortados como inexplicable e injustamente ha hecho este Gobierno.
11.- LA VERTEBRACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO
El avance que supuso la descentralización y los traspasos a las Comunidades Autónomas en materia de educación no universitaria, no puede desembocar en una interpretación errónea de la autonomía educativa.
No queremos en España 17 sistemas educativos diferentes. Por eso:
- El Ministerio de Educación debe garantizar la vertebración del sistema educativo, coordinando la educación en su globalidad, asumiendo el liderazgo que la Constitución y las leyes le atribuyen para exigir el cumplimiento del ordenamiento jurídico y legal y garantizar la coherencia de actuaciones de las Administraciones públicas y su imprescindible coordinación y colaboración en un marco educativo básico común, estable y con criterios homogéneos de calidad.
- Las Administraciones educativas estatales y autonómicas deben aunar esfuerzos para lograr una efectiva armonización de la enseñanza respetando las peculiaridades de cada Comunidad.
- Para la necesaria vertebración de nuestro sistema educativo, para reducir los elevados índices de fracaso y abandono escolar y para conseguir los mismos derechos y deberes en materia de educación, debe garantizarse en todos los territorios la participación efectiva de las instituciones de los agentes sociales.
Que nuestro compromiso con una enseñanza de calidad y en libertad, lo sea con todo y con todos en el ámbito educativo, lo sea con la palabra, las convicciones y las decisiones.
Francisco Vírseda García