El sin sentido de una huelga. Los Sindicatos CCOO, UGT y STEM vuelven a amenazar a la educación pública madrileña. De los nuevos paros anunciados, se han descolgado ANPE y CSIF, porque se oponen a que las nuevas jornadas de huelga anunciadas se extiendan a Infantil y Primaria.
Está claro que a los convocantes no les preocupa ni la calidad de la enseñanza, ni el elevado fracaso escolar. Su único fin es agitar la calle, mediante la demagogia, en tiempo de elecciones. Hacen ver que se recortan derechos y es mentira, porque la ley establece un horario lectivo entre 18 y 21 horas semanales. ¿Cuándo se manifestaron estos sindicatos para protestar por el elevado fracaso escolar que nos sitúa a la cola de los países de la OCDE? Nunca. ¿Cuándo se manifestaron contra el actual modelo educativo que es un desprestigio para la profesión docente? Nunca. ¿Cuándo se manifestaron para que se primaran el mérito y el esfuerzo? Nunca.
Cuánta irresponsabilidad e hipocresía en los dirigentes liberados sindicales, responsables últimos de estas movilizaciones “por una enseñanza pública de todos y para todos”, cuando prefieren para sus hijos una educación privada, como es el caso del prepotente dirigente de UGT Madrid.
¿Les descontarán los salarios correspondientes a los días de huelga, a los liberados sindicales de enseñanza que la promueven? ¿Habrán solicitado a los directores de sus centros de referencia que les incluyan en la lista de profesores huelguistas?
Y la hipocresía de un Ministro, la de Ángel Gabilondo que recientemente ha manifestado que no es su estilo “establecer una reyerta con ninguna comunidad, sino hacer un llamamiento a la responsabilidad de los gobiernos y parlamentarios autonómicos para que la educación no salga perjudicada por los presupuestos…Llamaré (manifestó en rueda de prensa el pasado 12 de septiembre) a las Comunidades autónomas a que no se hagan recortes en educación”.
Hace falta tener cara dura cuando los recortes más significativos al profesorado los ha impulsado el Gobierno del que forma parte este Ministro.
Francisco Vírseda García
