Por Joaquín Moreno Cejuela
“Cantar del pueblo andaluz / que todas las primaveras/ anda pidiendo escaleras/ para subir a la cruz”. Siempre a vueltas con la cruz y con la cruz a cuestas, como reza, (con perdón), la saeta de A. Machado. Ante un Cristo clavado y moribundo que venera el fervor popular, el poeta prefiere cantar al Jesús vivo que caminó firme sobre el mar. Saeta: suspiro íntimo de poesía y afecto religioso.
Hay algunos que ahora recorren despachos judiciales demandando escaleras, no para desenclavar al Cristo de los gitanos, como sugiere el poeta, sino para descolgar la imagen de las aulas que puede contaminar la formación de los alumnos. No faltan manos generosas que acuden solícitas a sumar peldaños a esa escalera para que suba a lo más alto. Algunos jueces, también. Sigue leyendo